Los logotipos y los gráficos deben estar bien a la primera. Nunca se sabe dónde tendrán que acabar.
Al igual que un mecánico de automóviles al que se le pide que revise las motocicletas, cuando uno trabaja en diseño web, necesariamente se encuentra trabajando también en diseño gráfico. A lo largo de los años, nos hemos encontrado creando logotipos, imprimiendo carteles, escuchando conferencias sobre la teoría del color (y el espacio de color), investigando la composición, afinando el interletraje, siguiendo las reglas, detectando tipos de letra en uso en público y cazando viudas.
Al igual que nunca se sabe cuándo un logotipo puede tener que aparecer en Times Square, nos gusta recordar que tampoco se sabe por qué manos puede pasar una obra de composición tipográfica. Hagamos que cuente.