Las marcas grandes y pequeñas necesitan una presencia digital. Nosotros ayudamos a las suyas a transmitir seriedad y peso. Aunque tengamos un sano escepticismo sobre la creciente presencia de lo digital en nuestras vidas, nos recordamos a nosotros mismos que lo digital se distribuye. Y eso es bueno.
Las nuevas épocas siempre van acompañadas de dolores de crecimiento. Las organizaciones y los individuos de todo tipo se benefician de asociarse con quienes, a través de la repetición sostenida y la aptitud, son nativos digitales (esos somos nosotros). Entendemos que algunos de nuestros clientes pueden sentirse desanimados por la lista siempre cambiante de acrónimos y tecnologías que impulsan la web. Nosotros hacemos un seguimiento de todo eso para que nuestros clientes estén al día y no tengan que dedicarle ni un momento de sus pensamientos.
Larchmont mantiene el oído atento y duerme con un ojo abierto para saber hacia dónde se dirigen las cosas en cuanto al uso de la tecnología. No tiene sentido gastar tiempo y dinero en actualizar la página de Medium si ya nadie la utiliza.
No hacemos pop-ups que hagan que su visitante diga “No gracias”. De nada.
No nos dedicamos a las modas ni a los antipatrones. Sin ventanas modales que te pidan suscribirte, sin secuestro de scroll – mantener la clase. En el mundo moderno, la decencia es sinónimo de lujo. Cuando pensamos en los usuarios finales de nuestros clientes, es cuando más les beneficiamos. Y nos gusta promover soluciones independientes en un mundo de fusiones y adquisiciones. Utilizando herramientas estándar, hemos creado tiendas online de comercio electrónico de las que nuestros clientes siguen siendo propietarios, integrándonos con UPS para los envíos y procesando miles de dólares en ventas con la ayuda de nuestros amigos de Stripe. Una vez que nos han traído para arreglar las cosas, nuestros clientes conservan los ingresos que de otro modo podrían haber ido a eBay, Amazon o Etsy. Qué podemos decir, somos así de independientes.
También tenemos algunos trucos oscuros en la manga que han resultado fundamentales en momentos en los que cada minuto cuenta. A veces, cuando otros han dicho que no se podía hacer (o que no se debía hacer), conseguimos sacarlo adelante. Todo en un día de trabajo.